viernes, 9 de enero de 2009

Pachecos y Mendozas.

El señorío de Belmonte en Cuenca, base territorial del marquesado de Villena, fue creado con parte de los territorios del alfoz de Alarcón. El señorío sobre la villa de Belmonte fue concedido por Juan I de Castilla a Juan Fernández Pacheco, cuyo nieto sería el primer marqués de Villena. Enrique IV, biznieto de Juan I concedió el marquesado de Villena en el año 1461 a Juan Pacheco, III señor de Belmonte. El territorio de Belmonte se amplia a lo largo del siglo XV como recompensa a la fidelidad que los Pacheco mantendrán a Juan II, nieto de Juan I. Como recompensa a don Juan Fernández Pacheco, III señor de Belmonte, por la defensa que hace en la batalla de Olmedo de los intereses de Juan II y de Álvaro de Luna; válido del rey y condestable de Castilla, el monarca le nombra marqués de Villena en el año 1445.
En este punto es necesario mencionar la situación de la Corte castellana a lo largo del siglo XV considerándola como el escenario en el que se desarrolla un apasionante entramado político y social de lucha por el poder y que culmina con la guerra civil que da paso a una nueva etapa en la historia de España.
Recordemos que el que será Juan II hereda el trono en el año 1406 a la muerte de su padre, Enrique III “el Doliente”, con sólo un año de edad. Durante la minoría del futuro monarca el gobierno de Castilla estuvo en manos de su tío Fernando de Antequera quien en 1412 fue elegido rey de Aragón trás el Compromiso de Caspe al ser nieto por vía materna del rey aragonés Pedro IV “el Ceremonioso”. La regencia de Fernando de Antequera sirvió para que sus hijos, uno de los cuales será el siguiente rey de Aragón con el nombre de Juan II, como su homónimo y primo de Castilla, se aliaran con la alta nobleza castellana para controlar el gobierno de Castilla. En 1419, el príncipe Juan a los catorce años empieza su reinado y la pequeña nobleza y los burgueses, encabezados por Álvaro de Luna, le ayudan a expulsar de Castilla a los Infantes de Aragón y a someter a los nobles que en Castilla les apoyan. Recordar que Juan II de Aragón es padre de Fernando “el Católico” por lo que él y su mujer la princesa Isabel son primos segundos como biznietos ambos de Juan I de Castilla.
En el año 1445 la batalla de Olmedo que tiene lugar en los alrededores de esta vallisoletana dirime el enfrentamiento entre el rey Juan II y los levantiscos nobles castellanos contando el monarca con el apoyo de algunas de las casas nobles más poderosas de Castilla, la pequeña nobleza y la burguesía. Por este apoyo Juan Fernández Pacheco, III señor de Belmonte, recibe en 1445 el título de marqués de Villena, Alicante, el de conde de Xiquena, Murcia, en 1460 y en 1472 el de duque de Escalona, Toledo, siendo el principal apoyo del futuro rey de Castilla Enrique IV, aunque para conseguir esto no le importe traicionar a don Álvaro de Luna del, su aliado y mentor y del que fue paje, hasta consentir su procesamiento y muerte en la horca que tiene lugar en Valladolid el 2 de junio de 1453. El señor de Belmonte y Enrique IV mueren ambos en el año 1474. Era el señor de Belmonte seis años mayor que su rey y treinta años menor que el Condestble. No sólo los intereses políticos unen al señor de Belmonte y al Condestable sino que también Álvaro de Luna para reforzar su alianza política casa al Pacheco en 1435 con su prima hermana Juana de Luna. Este matrimonio es anulado en 1442 aduciendo el señor de Villena el haber sido contraído cuando apenas contaba quince años. También en 1442, Juan Pacheco contrajo segundas nupcias con María de Portocarrero, VI señora de Moguer y de Villanueva del Fresno, hija de don Pedro Portocarrero y de doña Beatriz Enríquez. Ésta es hija de Alonso Enríquez, almirante de Castilla y señor de Medina de Rioseco en Valladolid y de Juana de Mendoza que es tía del primer marqués de Santillana señor de la Casa de Mendoza. Pero, ¿qué mejor manera de continuar asegurando la alianza política que con la relación familiar? Así María de Portocarrero es sobrina de la que fue segunda mujer del Condestable de nombre Elvira Portocarrero que había muerto antes de 1431 sin dejar descendencia, siendo este año cuando en el Condestable contrae su tercer y último enlace con Juana Pimentel que es prima hermana de Elvira Portocarrero por ser ambas nietas de Juana de Mendoza por vía materna. El señor de Belmonte y María Portocarrrero fueron padres de diecisiete hijos. El señor de Belmonte fue también padre de dos hijos naturales.
Juan Fernández Pacheco casa por tercera vez y de nuevo con una Mendoza prima en cuarto grado de su segunda mujer como es María Fernández de Velasco y Mendoza, primera duquesa de Roa e hija del que es ahora Condestable de Castilla, Pedro Fernández de Velasco y primer conde de Haro en La Rioja. María es prima hermana del II duque del Infantado por su madre siendo su padre primo en tercer grado del II Infantado al ser el Condestable de Castilla biznieto de la muy nombrada Juana de Mendoza que es tía abuela del I duque del Infantado.
A este respecto deberíamos añadir que los Mendoza a diferencia de los Pacheco en la lucha sucesoria por el trono de Castilla apoyarán a la princesa Isabel lo que permitirá su engrandecimiento, mientras que la Casa de Villena verá por su apoyo a la princesa Juana muy limitado su poder y su prestigio en el reinado de los Reyes Católicos, aunque el primer marqués de Villena estaba ligado a los Mendoza por su matrimonio con una nieta de Juana de Mendoza. Pero durante el reinado de Juan II y de su hijo Enrique IV de poco valían las relaciones familiares ante el deseo de mantener la propia situación política en el tramado de intereses nobiliarios que rodeaban las figuras de estos monarcas. El título de duque del Infantado refrendado por Isabel al hijo de Iñigo López de Mendoza, Diego Hurtado de Mendoza segundo marqués de Santillana, es la recompensa al apoyo que la Casa de Mendoza le está dando en la lucha que mantiene contra su sobrina Juana. Ya en 1475 Enrique IV había nombrado duque del Infantado a Diego Hurtado de Mendoza para mantener el apoyo de la familia Mendoza a su hija y a la Corona iniciado en la batalla de Olmedo, título que en 1476 reafirma la futura reina Isabel. Después de lo dicho podríamos añadir que la Casa de Mendoza supo jugar mejor su poder y su influencia en estos años de crisis en Castilla y estar siempre en el bando ganador en tanto que los Villena jugaron peor sus cartas apoyando a Juana, la hija de Enrique IV, en vez de apoyar a Isabel, su hermanastra, en la guerra por la Corona que tuvo lugar entre los años 1475 y 1479. A lo acabado de recoger añadir que la Casa de Villena para no quedar aislada frente al nuevo poder que significaban los Reyes Católicos y en busca de alianzas que hicieran olvidar su pasado jugará nuevas cartas y buscará alianzas matrimoniales que la coloquen al lado de los vencedores como eran entre otros, los Mendoza. Así, el I marqués de Villena casará a su hija Francisca Pacheco con su primo en cuarto grado el II conde de Tendilla; el Gran Tendilla, y primer marqués de Mondejar que es nieto del primer marqués de Santillana y así primo hermano del II duque del Infantado. Nos encontramos con que el segundo Infantado está casado con una hija del Condestable y de su tercera mujer Juana Pimentel y que es hijo del primer titular y su primera mujer Brianda de Luna y Mendoza siendo Brianda hija de una prima hermana del Condestable. Así, el segundo titular del Infantado casa con una prima segunda de su madre siendo ésta prima hermana del Condestable que casa con el que fuera mayordomo real de Juan II y cuyo puesto ocupa Álvaro de Luna como favorito del monarca. María Pacheco hija al igual que Francisca del primer marques de Villena casa con su primo segundo Rodrigo Alonso Pimentel IV conde y I duque de Benavente y su hija María Pimentel lo hace con el III duque del Infantado que es así hijo de un primo hermano del marido de Francisca. Las abuelas de María y Rodrigo son hermanas e hijas de Juana de Mendoza. Recordar lo ya dicho acerca de Juana Pimentel que como recordamos fue la tercera y última mujer del Condestable es tía del citado IV conde y I duque de Benavente siendo además Juana y el III conde de Benavente nietos de la igualmente ya citada Juana de Mendoza por lo que la segunda mujer del primer marqués de Villena y la tercera de don Álvaro de Luna son primas hermanas y miembros de la Casa de Mendoza como nietas de Juana de Mendoza. Estos matrimonios refuerzan lo dicho sobre el mundo de intereses en los que se mueven los nobles de la corte castellana del siglo XV en la que las alianzas matrimoniales son una carta más del complicado juego que se desarrolla en el que los vínculos familiares no evitan las venganzas políticas como ocurre en el caso de Pacheco y el Condestable.
Pero no solamente se establecen estas alianzas familiares ente los Mendoza y los Pacheco sino que los Pacheco se acercan a la Corona cuando el tercer marqués de Villena, Diego López Pacheco, casa con la tercera marquesa de Moya, Luisa de Cabrera, nieta de la que fuera gran amiga de la reina Isabel y de su mismo nombre Isabel de Bobadilla. Isabel de Bobadilla y su marido Andrés de Cabrera serán los primeros marqueses de Moya. La alianza entre Moya y Villena era muy interesante para el marqués de Villena pues la Casa de Moya estaba emparentada con la familia Mendoza pues la que será tercera marquesa consorte de Villena es nieta del I duque del Infantado y prima hermana del tercer titular del Infantado. Unir a ello que la prima del III Villena la ya mencionada María Pimentel casa precisamente con el III duque del Infantado. No podía Villena conseguir mejores apoyos en la Corte que los del Infantado es así que los cuartos titulares de Villena y Infantado son por su pertenencia a la Casa de Mendoza primos segundos. Los marqueses de Villena tenían gran interés en las tierras del marquesado de Moya ya que en el año 1451 Juan II dio Moya a Juan Fernández Pacheco contra el que se resistieron los moyanos con éxito pasando la villa a la Corona. En 1463, Enrique IV hizo donación del señorío de Moya a don Andrés de Cabrera, "el buen vasallo", su mayordomo real. También entonces se opusieron los moyanos. Esta decisión de la reina no agrado demasiado a los moyanos pues Moya siempre estuvo de parte de Isabel en el proceso sucesorio y no vieron bien que fuera recompensado su apoyo a Isabel enviando la villa al poder señorial confirmando un señorío dado por Enrique IV a un noble de su corte sobre un territorio fiel a Isabel, aunque Andrés Cabrera fuera el esposo de su gran amiga y confidente. El señorío de Moya se convertirá en marquesado en el año 1480 al terminar la guerra civil en Castilla. Parece que Isabel en su testamento se arrepintió de la decisión de separar a los moyanos de la Corona. El primogénito de este matrimonio es el segundo marqués de Moya y su hija la tercera titular, su segundo hijo, Fernando, será el primer conde de Chinchón y su hermana Isabel de Cabrera y Bobadilla casa con el I marqués de Cañete en Cuenca y tambien Mendoza.
Para dar un adecuado final a esta complicada trama familiar y a tono cono lo expuesto decir que el II marqués de Villena había casado en primeras nupcias en 1469 con su prima segunda Juana de Luna que no es otra que la nieta de Álvaro de Luna y su tercera mujer Juana Pimentel. Juana de Luna es hija de Juan de Luna heredero del Condestable. A este respecto ver que la madre del II marqués de Villena y la madre de su mujer son primas hermanas. Juana de Luna y Diego Fernández Pacheco son padres de Juan Pacheco de Luna. No olvidemos que ya Juan Fernández Pacheco, padre de Diego, casó en primeras nupcias con una prima hermana del Condestable.



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