domingo, 22 de marzo de 2009

Abadia. Valle del Amboz. Cáceres.

En la comarca del valle del Ambroz, en la provincia de Cáceres; camino de Hervas a Granadilla, en la vía romana de la Plata y en el itinerario de la Cañada Real Soriana, pasos natruales del norte al sur de la península. Fue asentamiento de los Cistercienses, convento luego ocupado por el palacio de Alba, y de los Franciscanos, en el convento de la Bien Parada. Actualmente en ruinas, fue facultad de Teología y Música.
Iglesia de Santo Domingo, de los siglos XV al XVII. Sus grandes muros son robustos y de piedra maciza. Su porche tiene techumbre de madera y se apoya sobre columnas de granito octogonales. En su interior se encuentra el Cristo de la Bien Parada, procedente del ruinoso Convento de la Bien Parada, y el fresco en el muro de una imagen tallada de la Dolorosa de estilo barroco. Su campanario está construido con grandes moles de granito.

El origen de Abadía está en una fortaleza musulmana. Pasaron después estas tierras a la orden del Temple. En el siglo XII pasó a ser una abadía cisterciense. La primera referencia escrita de la abadía, llamada también Sotofermoso, es de una bula promulgada por Alejandro III en Benavente el 7 de agosto de 1168. En 1260 Alfonso X el Sabio instituyó en la abadía un señorío independiente de Granadilla. En aquella época se construyó el pueblo actual. En 1444, con la llegada de Fernán Álvarez de Toledo, I conde de Alba, la abadía cisterciense se amplió pasando a ser el actual Palacio de Sotofermoso. Posteriormente pasarían por el palacio personas ilustres como Lope de Vega y Garcilaso de la Vega. Perteneció a la Casa ducal de Alba desde mediados del siglo XV hasta comienzos del XX. El edificio, de planta cuadrada, se encuentra en un lugar de gran belleza. El patio es mudéjar, de dos plantas, y está formado por una doble galería de cinco arcos en cada lado, siendo los arcos inferiores de herradura apuntados y mudéjares del siglo XVI y los superiores escarzanos del mismo siglo, con los escudos heráldicos de la Casa de Alba en las esquinas. En torno a este patio se distribuyen las habitaciones. El jardín del palacio era renacentista, y fue creado por orden de Fernando Álvarez de Toledo, III duque de Alba. En él se mezclaban construcciones arquitectónicas y escultóricas, pinturas, estucos con diversas especies vegetales y artificios de agua. En la actualidad se encuentra muy deteriorado y sólo se conservan algunas partes del jardín, como la estatua de Andrómeda. El palacio fue antiguamente un centro cultural y artístico de gran importancia, además de academia literaria de italianos y flamencos. Fue declarado Monumento Nacional en 1931. Hoy en día se usa como casa de campo.
Con las estribaciones de la sierra de Gredos, vista del paso del valle del Jerte al Ambroz por el puerto de Honduras. La carretera discurre a través de un imponente robledal.

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