sábado, 12 de noviembre de 2011

Los Solier, señores de Villalpando. Zamora.

El linaje  Solier, uno de los doce principales y el más antiguo de la ciudad de Soria, procede del francés Mosén Arnaldo o Arnao de Solier el lemosin, señor de Villalpando. Persoaje de la Corte de Enrique de Trastámara y de Bertrand du Guesclin contra Pedro I. 

Uno de los personajes mas ilustres de esta familia fue Diego de Solier, corregidor perpetuo de la ciudad de Soria entre 1599-1607. 

En esta Capital podemos visitar el palacio de los Solier. La casa de los Solier fue construida en 1598 por el cantero Martín de Solano, seis años después de la finalización del palacio de los condes de Gómara.


El  II señor de Chillon Martín Fernandez de Córdoba. Hijo del I señor de Chillon en Ciudad real, Diego Fernandez de Córdoba y de  Ines Martinez de Castro. Casa con  Beatriz Solier. Hija del  caballero francés, señor de Villalpando Mosen Arnao Solier y de la señora de Arroyomolinos Marina Alonso Tizón. 


Padres del obispo de Córdoba de nombre Pedro Solier; del  alcaide de los Donceles llamado Alonso Fernandez de Córdoba y Solier; de  Inés Solier y Córdoba que casa con el  IV señor de Luque, Pedro Venegas y de Maria Solier de Cordova que casa con el  VI señor del Carpio Luis Méndez de Sotomayor.


Del señor de Villalpando vienen los señores y condes de Luque,  los señores y marqueses de El Carpio y los duques de Sesa y Terranova.




Carta del rey Católica á la Duquesa viuda  despues de-la muerte del Gran Capitan.
Duquesa prima: Vi la letra en que me hicisteis saber el fallecimiento del Gran Capitan; y no solamente teneis vos muy gran razon de sentir mucho su muerte porque perdistes el marido ; pero téngola yo de haber perdido tan grande y señalado servidor, y á quien yo tenia tanto amor, y por cuyo medio , con el ayuda de nuestro Señor, se acrescentó á nuestra corona Real el nuevo reyno de Napoles; y por todas estas causas , que son grandes (y principalmente por lo que toca á vos), me ha pesado mucho su muerte , y con razon. Pero pues á Dios nuestro Señor ansi le plugo, debeis conformaros con su voluntad , y darle gracias por ello; y no fatigueis el espíritu por aquello en que no hay otro remedio, porque daña á vuestra salud. Y tener por cierto que en lo que á vos y á la Duquesa vuestra hija y vuestra casa tocare , terne siempre presente la memoria de los servicios señalados que el Gran Capitan nos hizo: por ellos y por el amor que yo vos tengo , miraré y favoreceré siempre mucho vuestras cosas en todo lo que pudiere, corno lo vereis por experiencia, placiendo á Dios nuestro Señor, segun mas largamente vos lo dirá de mi parte la persona que envio á visitaros. De Truxillo á tres de Enero de mil quinientos y seis años.—Yo el Rey.



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